11 de diciembre de 2011
El día 8 de Diciembre de 2011 a las 4pm mi perro de 13 años tuvo que ser llevado de urgencia a la clínica veterinaria CEMV, ubicada en Simón Bolivar 2424, Ñuñoa. Fuimos recibidos por la mujer de turno REBECA BASCUÑAN, quien trabaja domingo y festivos en el recinto. Mi perro se encontraba con vómito espumoso, lo expulsaba por la nariz y la boca, muy ahogado, agitado, con ojos cristalinos y muy nervioso.
Comenzó a realizar preguntas técnicas en relación al estado de salud de mi perro, que se encontraba con cáncer de próstata y solo un riñón funcionando, en ningún momento realizó un chequeo físico de él. Inyectó a mi perro suero más otros dos medicamentos (Para los vómitos y los gases). Su manejo con los insumos era desordenado y poco higiénico, lo trató sin guantes y tuvo muchas complicaciones para colocar la sonda.
Debía mantenerse toda la noche internado. Era un perro grave, deshidratado con antecedentes médicos. Dijo que las visitas terminaban a las 9pm (insistió en dos ocasiones que no nos presentaramos después de esa hora), y que luego de eso llegaba un técnico a cuidar a los animales. Junto a mi perro habían 5 cachorritas, una gata con una biopsia recién realizada, más un perro en el hotel.
Mi perro, luego de ser atendido, fue llevado a un canil, donde no se veía cómodo y se movía constantemente. Entre el movimiento se quita la sonda con suero en dos ocasiones. Al momento de retirarnos, nos pidió que la dejaramos sola, porque ya sabia que sistema utilizaría para la 3ra oportunidad. Dijo que mi perro estaría bien.
A las 8pm mis padres regresan a la clínica para ver cómo seguía mi perro… NO HABIA NADIE. REBECA BASCUÑAN SE RETIRÓ DEL LUGAR Y NO HABIA TÉCNICO. Esperaron UN HORA FUERA DE LA CLINICA. Gracias a un vecino se comunicaron con el veterinario dueño del lugar MARIO COSTA, que luego de presentarse, mis padres lograron entrar a la clínica. Mi perro fue cambiado a un canil más pequeño, donde no podia moverse, la bolsa de suero estaba vacía pero mi perro no estaba conectada a ella. nos envió con él de regreso a casa con medicamentos. Debíamos regresar con él al día siguiente. Aseguró que la situación era irregular y que mi perro sería atentido gratis el día viernes 9 de Diciembre.
Kendo, mi perro, pasó una noche de molestias e incomodidades, sin dormir. A eso de las 11am se desmaya y al ser trasladado a un lugar mas cómodo en la casa su respiración se agita, al trasladarlo al veterinario, fallece al momento de entrar a la consulta. Mi perro fallece al mediodía del día viernes 9 de Diciembre. Entiendo que mi perro debía partir, estaba sufriendo y era lo que tenia que pasar.
Regresamos a la CLINICA VETERINARIA CEMV esa tarde de viernes. Nos recibe el vetrinario y dueño de la clinica DIEGO CÉSPEDES, quien al ya estar informado de la situación de un "perro hospitalizado", nos ofrece la devolucion del dinero cobrado, que si bien fue aceptado no era lo que buscabamos. Le pedimos que se realizara un sumario y el despido de Rebeca Bascuñan. Diego nos cuenta que ellos sabían que "por un tema de feriado, la niña del turno no estaría presente esa noche, mi perro no debió ser admitido, sino que derivado a otro centro clinico veterinario".
Intentamos comunicarnos con ellos durante el día viernes en la tarde y sábado en la mañana. Rebeca Basuña nos devuelve el llamo y nos invia a la clinica a conversar lo que sucedió. Tras nuestro rechazo rotundo a esta solicitud, y reiterando que no deseamos hablar con ella, le pedimos que por favor nos comunique con los veterinarios jefes y dueños de la clínica a quienes le reiteramos la solicitamos el despido de esta mujer por su falta grave.
Diego Céspedes al telefono nos informa que:
Solo considera un error el hecho de que Rebeca Bascuñan ha dejado la clinica sola con los animales hospitalizados, y no da razón alguna para el despido de ella y que no recibirian presiones de los clientes. Se justifican posteriormente que el animal fue devuelto a sus dueños por el veterinario Mario Costa, dueño de la clinica.
Fernanda
fernanda.rocio@gmail.com
